viernes, 29 de febrero de 2008

Tu Inseguridad puede ser útil

Me considero una persona que cada vez puede afrontar mejor a un público.
Pero hay algunos que inevitablemente te hacen tartamudear, usualmente los que son de personas más cercanas, a los que les tienes que probar tu valía, que su opinión cuenta directamente para tí, entre otras cosas.

Pero con estas personas el aceptar tus inseguridades les es valiosísimo y honesto.

Me lo he dado en cuenta en varias circunstancias, que gente muy capaz y cercana entre unas y otras, se ponen nerviosas en circunstancias que deberían ser triviales o comunes. Pero esto tiene un impacto aparte. Con la experiencia obtenida en mi trabajo, veamos:

1. Con Jefes y Mestros. El notarse nervioso denota que ellos ejercen presencia y si son del mismo equipo de trabajo o pertenecen al proyecto (y por ende, han de cooperar o eres su subordinado), el mostrárle ansias y preocupación le levanta la realización a esa persona que es un superior, por lo que puede hacerlos sentir halagados y por ende confiados, que 'imponen'. Ojo no hay que pasarse de sumisos, ni provocar que pierdan el respeto. Pero usualmente es bueno tener al jefe feliz, por que si no nos carga a todos la chingada recuerden que el pedo es colaborativo.

Es un gran rompehielos dejárselos saber (que los respetas y que hay un gran compromiso y que estás nervioso), y éste seguro se abrirá en hablar contigo para que tengas confianza. Esto a menos que tu jefe sea un cretino, y usualmente eso no es o no debería ser. De antemano podrás haberlo notado y evitar penas.

2. Al hablar en público. Dependiendo del público o audiencia (pero de preferencia con cercanos de confianza y allegados, no con gente ajena, indiferente), el notarte vulnerable, nervioso les proyecta que te importa el tema, que es algo importante, que su opinión y presencia hacen un impacto en tí. Igual que el anterior, es una circunstancia específica en la que puedes 'derretir el corazón de un público', no muchos son condescendientes.

3. Con el sexo opuesto. Y esto si directamente confiesas tu nerviosismo es una pedrada obvia, pero puedes conseguir apertura de aquella persona. Aquí entre nos estamos hablando de un tema de sensibilización y de empatía, y es algo personal que depende de muchas circunstancias. No muchos son capaces de hacerlo, o tan siquiera de aceptarlo. Pero claro, esto es algo muy particular de cada quien. Yo sólo comparto lo que he vivido en la planta, con gente muy imporante, de distintos tipos de liderazgo, de mucha más experiencia y ... dinero claro jaja.

Lo curioso es atreverse a confezar tus nervios, (si tienes la fortuna de poder hacerlo sin que te hagan trizas o represente caer muy bajo) si tienes la confianza ellos pueden sentirse halagados o 'overwhelmed', pasarte tips, etc. Todo en aras de compenetrar con tu equipo, mejorar la comunicación, la confianza o la amistad. Mucho de lo que pasa en México se basa en estas relaciones de compañerismo, y no tanto de respeto intelectual como en otros países más impersonales.

Una vez mi Couch me dijo:

De la vanidad nacen tanto virtudes como carencias.
Es así por que de ella acrecentamos nuestros atributos, y escondemos nuestros defectos.
Pero son aquellos los que muestran sus defectos abiertamente, y los acepta y vive sobrellevando lo malo, que superan la vanidad.
Y son aquellos los que la gente puede apreciar como 'Honesta'.
Y la honestidad es un valor primordial para el liderazgo, pues la gente necesita confiar de la persona que tienen enfrente.

Este post habla sobre dejar un poco la vanidad interior, para confesar nuestras inseguridades. Y es así como dejé mi orgullo un rato, entrar a una empresa a cultivarme y emparentar con gente con ganas de crecer como yo.

Pd. Me permito agregar que nada de esto funcina ya estando en las esferas más altas de poder, en donde se es más feroz y se cazan las debilidades del prójimo. Pero seguro que ninguno de nosotros está aún en ellas? jejejeje
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