jueves, 20 de diciembre de 2007

Hey, Tony Park!

Más pruebas en el exterior con mi nueva cámara (no me van a aguantar)
Muchos estudiantes han dejado su huella amorosa en el parque de mi casa

A pesar de que procuro nunca mostrar una imagen de mí en este espacio público, les cuento que vivo enfrente de un parque, por lo que ha jugado un rol fundamental en mi vida.

- Es ahí en donde jugaba todos los días con mis amigos del barrio. A algunos los sigo viendo pero hoy sólo salgo a correr de vez en cuando, junto a la mayoría ancianos. Les diré que cuando me desvelo, y siento la luz del amanecer, nunca me lo pierdo: salgo a verlo, y muchas veces me entra la nostalgia y salgo a correr de madrugada para verlo tras el cerro del Centinela... y por supuesto también para combatir la lumbargia de estar toda la noche sentado diseñando o lo que sea que me quedé haciendo (pocas veces hago fiestas aquí, porque vivo en un lugar poco céntrico para mis amigos).
- Ahí tuve mis primeras peleas. Cuando por fin me atreví a usar mis conocimientos de karate, le puse una paliza al bully de mi cuadra... talvez una de las experiencas más satisfactorias de mi vida.
- Todos los días terminaban en papas con Coca = y eso a su vez termino casi en gastritis (pero NO, sólo en un mal hábito alimenticio)
- De una bateada de fierro con pelota de beis desconté a un niño de 8 años (el Yuca). Nunca fue mi intención pero el nunca me volvió a hablar... seguro tiene una marca en su estomago... Ahí aprendí a perderle miedo a los pelotazos.
- La gente no entiende: cada fin de semana levantan parejitas apañando en la noche. Como no supieran que luego luego está la comandancia. Las patrullas pasan a menudo (y eso es bueno).


Y si no podías subirte a este árbol eras un marica.
Y por supuesto el que llegaba más alto se la tiraba del más chingón

Es muy raro que las chicas jóvenes salgan o corran por este parque, por que la gente de veras que no se aguanta. Siempre les estean chiflando, piropeando y albureando. y con un poco de más mala suerte los perros te corretean. Por eso mi hermana nunca salía. Todos lo hacen de madrugada o bien noche. Puedo decir que a pesar de eso no es un lugar inminentemente inseguro. La gente se entera rápidamente si hay alguien extraño, sospechoso o delinquidor merodeando por el parque. Conocemos a los jardineros del estado y demás... (y por supuesto, tomámos nuestras medidas adicionales).


Para terminar mi narración diaria les agrego esta frase personal que aunque no tiene que ver con el parque, me gusta mucho:

Aprendí a perder en el fútbol de la primaria, pero fue también allí donde aprendí a no dejar de querer ganar.
ttacacci
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